POLONIA: LA HISTORIA INCREIBLE DEL HOMBRE QUE ESTUVO AUSENTE 19 AÑOS
Cayó en coma en el comunismo y despertó con el capitalismo
El obrero Jan Grzebski está shockeado por los cambios tecnológicos, políticos y sociales.
'COMO EN UN SUEÑO. JAN GRZEBSKI Y SU ESPOSA, GERTRUDA: DESPERTAR EN UN MUNDO NUEVO.
El obrero Jan Grzebski está shockeado por los cambios tecnológicos, políticos y sociales.
'COMO EN UN SUEÑO. JAN GRZEBSKI Y SU ESPOSA, GERTRUDA: DESPERTAR EN UN MUNDO NUEVO.
Después de 19 años de estar en coma, el obrero ferroviario polaco Jan Grzebski despertó. Además de sorprender a su familia con la recuperación —le fueron presentando uno a uno a sus once nietos—, fue shockeado por los cambios tecnológicos, políticos y sociales que vivió su país. Cayó en coma en un mundo comunista, con víveres que se entregaban en raciones. Ahora tuvieron que explicarle qué eran esos aparatitos que la gente lleva a sus oídos y de los que les cuesta desprenderse, y también por qué ya no hay colas a la hora de cargar combustible. "Hay tantas cosas en las tiendas que me mareo", dijo.Jan, de la ciudad de Dzikow, sufrió un accidente en 1988. Al golpearse la cabeza con un tren en marcha, perdió el habla, entró en coma y los médicos le dieron poca vida. Ahora recuerda que escuchaba lo que decían los expertos: "Los médicos me daban un mes de vida, pero yo no podía responder." La misma sensación de impotencia tenía cuando su familia intentaba comunicarse con él.Su caso es muy parecido al de la película "Good bye, Lenin". El filme sucede en Berlín Oriental, en 1989, poco antes de la caída del Muro. Christiane, comunista fanática, sufre un ataque y cae en coma. Al recuperarse, derrumbado ya el comunismo, su hijo intentará montar escenarios para que ella no vea los cambios.Pero a Jan no le ocultaron nada. "Cuando caí en coma sólo había té y vinagre en las tiendas, la carne estaba racionada, y por todas partes había largas colas para obtener nafta", dijo el ex obrero al canal TVN24. "Ahora veo a las personas en la calle con teléfonos móviles que no paran de quejarse. Yo no tengo motivo de queja."Jan sólo tuvo palabras de agradecimiento para el hospital, pero sobre todo para su mujer. "Fue Gertruda quien me salvó, nunca lo olvidaré", declaró.El médico Boguslaw Poniatowski explicó al diario Super Express la tarea de la mujer: "Durante 19 años la señora Grzebska realizó el trabajo de un experimentado equipo de cuidados intensivos, cambiando la posición de su esposo cada hora para prevenir infecciones por el roce en la cama."Los médicos ya mostraron su interés en conocer qué ha facilitado su recuperación, y cómo funcionaron sus sentidos en este tiempo. Grzebski contó que tiene recuerdos vagos de las reuniones que su familia mantuvo en esas casi dos décadas. "Yo lloré y recé mucho. Los que venían a visitarnos preguntaban cuándo se iba a morir, pero no ha muerto", dijo Gertruda.
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