El proyecto que prevé eliminar las jubilaciones de privilegio otorgadas a altos cargos de la dictadura está en riesgo. Para evitarlo, ya hay pedidos en Diputados para que sea debatido.
El ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz cobra 3780 pesos por sus servicios.
Por Susana Viau
Dos notas del legislador kirchnerista Santiago Ferrigno pretenden dar nuevo impulso al proyecto que prevé la eliminación de las jubilaciones de privilegio otorgadas a altos cargos políticos de la última dictadura militar. Entre ellos se encuentran el ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz y el ex secretario de Agricultura Jorge Zorreguieta, padre de la princesa Máxima de Holanda.
La primera comunicación, dirigida al jujeño Carlos Snopek, solicita la inclusión del tema en la agenda de la Comisión de Presupuesto, donde se encuentra empantanada; la segunda tiene como destinatario al titular de la Cámara, Alberto Balestrini, y requiere el tratamiento de la cuestión en las próximas sesiones del cuerpo.
Es que el proyecto, presentado hace casi un año, no logró superar las dudas de Snopek, quien aduce la posibilidad de que se inicien juicios contra el Estado por la conculcación de supuestos derechos adquiridos. Ferrigno refuta el argumento: “Hay un fallo de la Corte en ese sentido –dice– y lo que no se les puede exigir es la devolución de lo percibido hasta ahora”.
En verdad, el pampeano Ferrigno es un diputado con una curiosa historia: hijo mayor del actor Oscar Ferrigno y actor él mismo en su juventud, estuvo exiliado junto a su padre en España.
Por lo tanto, el tema tiene para él una especial significación: “Si se aprueba, los que se sientan damnificados pueden apelar y la decisión final la tendrá la Justicia. No se trata de un monto muy importante, son 14 personas en esa situación y calculé que en total deben ser unos ochenta mil pesos mensuales. No es lógico que personajes de la dictadura continúen cobrando ‘por los servicios prestados’”.
Además de Martínez de Hoz (percibe 3780 pesos) y de Jorge
Zorreguieta, suegro del heredero de la corona holandesa
Guillermo de Orange (recibe 4420 pesos), la lista de nominados registra a Roberto Alemann (ex ministro de Economía de Leopoldo Galtieri, 3780 pesos); Lorenzo Sigaut (ministro de Economía de Roberto Viola y autor de la célebre frase “El que apuesta al dólar, pierde”, 3780 pesos); José María Dagnino Pastore (ministro de Economía de Reynaldo Bignone, 4590 pesos); Juan Alemann (secretario de Hacienda de Videla, 3640 pesos); Ricardo Pedro Bruera (ministro de Educación de Videla, 4590 pesos); Juan José Catalán (ministro de Educación de Videla, 4590 pesos); Juan Llerena Amadeo (ministro de Educación de Videla, el hombre que prohibió la lectura de Pablo Neruda en las escuelas para no pervertir las mentes infantiles, 3780 pesos); Sergio Martiri (ministro de Obras y Servicios Públicos de Galtieri, 4590 pesos); Conrado Bauer (ministro de Obras y Servicios Públicos de Bignone, 3780 pesos); Amadeo Frúgoli (doblete ministerial: de Justicia con Viola y de Defensa con Galtieri durante la Guerra de Malvinas, 4480 pesos); Adolfo Navajas Artaza (ministro de Acción Social con Bignone, 3780 pesos); y Jorge Aguado (secretario de Agricultura y Ganadería de Viola, 4480 pesos).
Ferrigno parece no digerir bien las dilaciones de su compañero de bancada Carlos Snopek, que dirige la Comisión de Presupuesto, donde el kirchnerismo tiene mayoría: “El, como presidente –sostiene Ferrigno–, tiene la atribución de elaborar el temario, y si no lo incluye yo tengo el derecho de inferir que no está de acuerdo.
De todas formas, diputados como Remo Carlotto, de la Comisión de Derechos Humanos, y otros legisladores me han expresado su apoyo. Además, están los socialistas y gente de diferentes sectores que me imagino que no tendrán inconvenientes”.
En sus considerandos, el proyecto expresa que “si bien es verdad que toda persona tiene derecho a percibir una jubilación, si es que reúne los requisitos legales establecidos, consideramos repugnante la percepción de las llamadas jubilaciones de privilegio por parte de aquellos ex funcionarios que han formado parte de la peor dictadura argentina. Muchos de ellos siguen percibiendo, aún hoy, elevadas jubilaciones por su desempeño en ese gobierno sanguinario”.
Las jubilaciones especiales fueron derogadas en el año 2002, pero el entonces presidente Eduardo Duhalde vetó la casi totalidad de la ley y sólo fueron derogadas las correspondientes a diputados, senadores y funcionarios del Poder Ejecutivo. Las cabezas civiles del Proceso de Reorganización Nacional, por tanto, siguieron gozando de un retiro que exigía tres requisitos: no haber alcanzado la edad fijada por el régimen general para el ingreso a la clase pasiva, un haber otorgado por ley especial y una percepción superior a los 3100 pesos.
No era lo único que separaba a los hombres de Videla, Viola, Galtieri y Bignone del resto de los mortales. Para ellos, los montos se deducían de un cálculo simple: el número mágico resultaba del 85 por ciento del último sueldo.
Lo cierto es que si la propuesta de Ferrigno no se trata durante el período de sesiones ordinarias, o bien en el curso de las sesiones extraordinarias si el Ejecutivo lo coloca en agenda, puede ocurrir que el texto tenga que volver a recorrer todas las instancias administrativas: en febrero de 2008 se cumplen los dos años que deben transcurrir para que un proyecto pierda estado parlamentario.
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